domingo, 16 de diciembre de 2018

Lisboa ciudad con mucha vida!!


 L I S B O A


pza del comercio

Estación tren

Plaza Rossio

Santa Justa elevador 



iglesia  Sé de Lisboa
Vistas de Lisboa desde barrio Alfama





Torre de Belem
Patron de los descubrimientos







Llegamos a la capital de Portugal, entramos por el espectacular puente del 25 de Abril, sobre el río Tejo (Tajo), entrada a lo grande. Había muchísimo tráfico .
Después de encontrar el hotel y dejar el coche ya nos pusimos en marcha deseosos de adentrarnos en la ciudad ,
Sacad en el metro un tiket para usar los medios de transportes de la ciudad, viene de maravilla, para no matarte a caminar, aún así el pasear por sus calles y plazas, es una gozada para no perderse una ciudad tan especial.
Yo como siempre no me abstuve de montarme en todo, el tranvía típico de otras épocas una odisea, con su llamativo color amarillo, y subiendo por las cuestas y calles estrechas es una pasada, asomada en la ventana abierta.
El mítico tranvía 28 nos sube al barrio de Alfama. Allí descarga la multitud para admirar el Tajo que más que río parece mar en ese tramo de la desembocadura.
Restaurantes, bares, casas viejas, olor a sardina, , mujeres mayores asomadas a sus ventanucos mirando a tanto turista.
 Los tuk tuk que son una invasión,!!. Todo es bullicio, todo se une lo nuevo y lo viejo, el del barrio con las hordas de turistas en una simbiosis curiosa.
En el mirador de Santa Luzia, con las vistas al imponente Tajo, casas con azulejos típicos Portugueses, todo tiene un encanto entre decadente pero vivo.
Me encantó Lisboa, lo pase fenomenal y disfruté de todo.
Hicimos un crucero por el río .de vecinos una familia de la India, hablamos en inglés , haciendo fotos de lo que veíamos en las orillas.
El olor al rió, ver la ciudad desde otra perspectiva una experiencia  muy bonita.
Coger el elevador de Santa Justa con más de una hora de espera, pudiendo subir andando al barrio alto, pero había que hacer la turistada.
 Charlamos con dos muchachas de Azerbayan en la cola de espera para subir , relaciones internacionales con gentes de todos los países del mundo.
Como no  tomar el pastel del Belém recién hecho en una enorme pastelería cercana al enorme monasterio de los Jerónimos, el auténtico con la receta secreta, viendo como lo van sacando del horno a través de los cristales y sentados en una mesa.
En el parque cercano nos tomamos un coco de refrescante jugo, que con el calor que hacia, nos vino de maravilla para bajar la temperatura y la sed.
Miles de turistas no impidieron el perdernos por todo Lisboa disfrutando de cada rincón.
Comimos de maravilla pescados asados en brasas en restaurantes modestos y en la plaza  cuando te deja el ascensor de Santa Justa, en el barrio alto , comimos de maravilla también.
El bacalao una delicia cocinado de todas las maneras, a bras, en buñuelos.....
De compras por las tiendas menos turísticas, libros en la  Librería más antigua del mundo  Bertrand. y cercana una  pastelería no recuerdo el nombre, tomar un dulce la mar de rico.
Hay una tienda de 1916, creo, son tres plantas, todas de ropa para el hogar, me encantó.
El  subir hasta el barrio alto en cualquier de los teleféricos (Bica o el de Gloría, es una vuelta al pasado , al ir en calma a ver las cosas disfrutándolas con todos los sentidos, y te transporta la mente al pasado, como era la vida allí.
Coger una guía de una ciudad y seguirla como un autómata no es lo que a mi me gusta.
Yo disfruto hablando con la gente, preguntando por cosas y sitios,  dejándome llevar por la ciudad, su olor, sus sonidos, su cocina....,eso es lo que me llena el alma.
Luego visito los monumentos y las curiosidades, pero no dejo de mirar hacia arriba para ver esas ventanas, esas inscripciones, salientes, adornos constructivos o propia de la gente que vive en ellas.
Pues bien, disfruté de Lisboa a tope.
Nos metimos en un piso que era café, copas, tapas que nos asomábamos al balcón desde el asiento y veíamos toda la plaza, en el Chiado, momento relax.

Baixa , la PraÇa do Comercio a través del arco da Rua Augusta.,las arcadas los tranvías, el tajo .... Tomar una bica en el café  Martinho da Arcada.
Ir de compras o quedarse en las terrazas para tomar una cerveza fresquita y disfrutar del devenir de las gentes propias o foráneas, el olor y el ambiente del río.

Convento do Carmo
Praça Rossio es una de las más antiguas de Lisboa, antiguamente se hacían corridas de toros y ferias y fiestas, hoy es una zona llena de restaurantes  y mucho ambiente a todas horas.

Al fondo castillo San Jorge
Castillo de Sao Jorge, Catedral de Lisboa, Torre de Belem,

Padrao dos Descobrimentos..


Y mucho y más que ver, sólo he dado una pincelada de lo más famoso, pero hay parques, la zona de la expo, museos de todo tipo, escuchar en los locales los fados.

Y sobre todo su gente tan amable.!!


Visitad Lisboa bien lo merece.!
mamarosa