Otra excursión para mover el body
Ya le digo a mi marido “please , que
sean fáciles que yo ya no estoy para muchos trotes “.
Así que me prepara andadas con muy
poco desnivel y que pueda hacer cómodamente.
Esta vez fuimos al valle de Bujaruelo
que me encanta con su puente sobre un río Ara jovencito.
Estaba precioso tan verde el agua tan
pura y transparente a la par que fría.
Si no lo conocéis, este valle está
pasando el pueblo de Torla hacia el valle de Ordesa pero cuando se
pasa el puente de los Navarros hay que ir a la izquierda.
Lo bueno es que para Ordesa en verano y
fiestas no se puede ir en coche hay que dejarlo en Torla e ir en
autobús, por que es parque Nacional. Sin embargo en el valle de
Bujaruelo al pasar redes de alta tensión eléctrica de Francia a
España no es parque Nacional y se puede acceder.
Desde allí se pueden hacer muchísimas
excursiones hacia Francia para llegar a Gavarnie el vignemale etc.
En este caso hicimos una excursión a
un valle el de Otal que es muy sencillo y hay una buena pista que la
gente va con bicicleta de montaña. La verdad es que no me resultó
difícil, hicimos once kilómetros.
El final del valle lleno de vacas
pastando con una casa de pastor y a la derecha una pequeña cascada,
en el valle se esparcía el río Otal haciendo curvas apareciendo y
desapareciendo .
Tomamos un refrigerio al final del
valle y luego hicimos la vuelta en donde nos encontramos con
bastantes montañeros haciendo la misma ruta, aunque menos
madrugadores que nosotros.
Al llegar otra vez a Bujaruelo nos
fuimos junto al río bajo un enorme abeto a comer las viandas
preparadas que saben a excursión y metimos los pies en las frías
aguas que te dejan adormecidos y descansados.
Nos tomamos un café con hielo en el
refugio que estaba a tope y entablamos conversación con una pareja
joven con la que estuvimos hablando, porque en la montaña se es
compañero, se comparte mesa se saluda cuando te cruzas y es una
maravilla.
Os pongo fotos
mamarosa
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