Me gusta porque tiene una zona cerrada pero con ambiente de exterior y un mural del que cuelgan plantas a modo de jardín colgante, además hay una estufa de hierro, para calentar el ambiente, ya que da con la puerta de entrada al establecimiento y hace un poco más de frío.
Dentro hay una zona con un sofá chester con capitoné, por cierto muy cómodo, y además una chimenea de pega, pero da una nota agradable.
Hay un camarero muy majo y amable, pídele consejo de lo que hay para tomar, o comer que te dará su opinión, y conmigo acertó de pleno.
Los tés, están muy buenos, el café también, y hay unos mini bocadillos de aguacate tomate y anchoa muy conseguidos.
En algunas mesas del local, hay tostadoras, con latas de aceite, para que puedas tostar el pan a tu gusto.
No te sirven a las mesas, salvo si hay poca gente y el camarero lo hace porque le apetece, pero hay unas bandejas muy monas de madera, para que las cojas y lleves el pedido en ellas, muy práctico.
También se puede tomar galletas, cakes, quiches...., con lo que la oferta incluye prácticamente desde desayunos, comidas, meriendas, cenas, y copas, quién da más.??
La música para mi gusto un poco alta y no se puede hablar tranquilamente.
Este sitio además cierra tarde de madrugada, con lo que se puede ir a tomar copas y ambiente nocturno.
Pues lo dicho, otro sitio para pasar un ratito con la gente que quieres.
mamarosa
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