Con un tiempo bastante bueno, decidimos visitar algunos sitios que no conocíamos.
Me encanta ir de descubrimiento y búsqueda de sitios distintos.
Siempre me sorprenden los sitios que visito y en esta caso más, porque ni me imaginaba las vistas que tenía este pueblo.
Coscojuela del Sobrarbe.
Suena fuerte el nombre, está situado en la carretera de Barbastro a Ainsa, desvio a la derecha, te irá llevando hasta allí.
Dejamos el coche en la placita del pueblo y cámara de fotos en mano, nos dispusimos mi marido y yo a visitarlo.
Me sorprendieron las edificaciones, hice fotos, como siempre, a puertas y llamadores y todo lo que me gusta del entorno.
y disfruté paseando y fijándome en detalles mil, de este singular sitio.
Las vistas preciosas, por un lado se veía el Pirineo nevado, y por el otro lado el embalse de Mediano, ahora llenito de agua de un azul maravilloso.
Estaba haciendo fotos a una casona de 1598 Casa Pardinilla, cuando abrieron la puerta para dejar pasar a unos señores.
Y sin pensármelo dos veces, le pregunté al señor que abría la puerta si podría hacer fotos del interior de la casa.
José Antonio, nos enseñó la mar de gustoso, está casa tan antigua, y nos fue contando muchas anécdotas.
Esta casa fue una de las dos mejores del pueblo, la otra que tengo fotos, la están rehabilitando para hacer un hotel.
Casa Pardinilla, es el legado heredado al hereu (heredero/a), del hijo mayor de la familia.
Actualmente, se alquilan apartamentos, dentro de la casa, además cuenta con una capilla, y con una zona de esparcimiento para hacer barbacoa, mesas, bancadas.
www.staragon.com/casapardinilla
Estuvimos largo rato charlando con este amable señor, que incluso nos enseñó un antiguo violin del 1700, no me acuerdo la fecha exacta, y tocó en la capilla, porque al ser abovedada, sonaba de maravilla.
En fin que hemos quedado en visitarle la próxima vez que volvamos por este pueblo, fué un encanto de hombre.
En el mismo pueblo hay un restaurante Casa Falceto, estaba llenito de franceses comiendo, y tiene hasta una era para aparcar los coches, no he comido allí, así que no puedo poner nota sobre la cocina.
Y además este pueblo tiene una zona de vuelo, para vuelo deportivo.
Como veis, cualquier sitio nos puede sorprender de lo que guarda dentro, he pasado muchas veces por esta carretera y no me imaginaba lo que allí había.
Lo mejor, descubrir sitios, conocer gentes, disfrutar del paisaje, del buen tiempo...para que más.
mamarosa.
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