Mis primeras experiencias culinarias:
Desde pequeña me ha gustado “zancochar “en la cocina. Mi
abuela que era muy buena repostera me dejaba jugar mientras ella hacia las
rosquillas, las flores de sartén, madalenas etc. Y yo disfrutaba removiendo la
masa y modelando figuras.
Mi madre es muy buena cocinera pero en repostería no tanto
porque le gustan más los guisos y yo pues hago lo que puedo.
Cuando ya fui más jovencita me encantaba recibir en casa a
amigas y amigos y preparar meriendas y cenas en las que me lo pasaba genial
preparando recetas y lo mejor de todo disfrutando con los amigos de las
experiencias a veces no demasiado positivas.
Mis padres viajaban muy a menudo y yo aprovechaba para
invitar y poder practicar, y como he dicho antes , a veces salía muy bien y
otras no tanto, pero ellos encantadores y resignados decían que había estado
muy bien y otras me machacaban rememorando anécdotas desastrosas.
Pero para aprender perder como dice el refrán y hay que ir probando y practicando, leyendo,
viajando y experimentando, como todo en la vida, y nadie nace aprendido que yo
sepa.
Recuerdo una vez que tenía una cena con unos amigos y yo quería
quedar bien y me lancé con un soufflé (novata
de mi), cuando lo saqué del horno tenía una pinta buenísima, pero luego se bajó
y quedó con una forma bastante fea (el sabor estaba buenísimo), cuando lo presenté
a la mesa menuda juerga a mi costa con la “forma “del soufflé, aún se acuerdan.
O aquella otra vez cuando vino por
primera vez el chico que luego sería mi marido y yo le dije si quería un café
Irlandés y con los nervios cogí de la nevera sin mirar bien un bol que yo pensé
que mi madre tenía nata ,pero no era nata, era requesón y le di al pobre chico “ese
nauseabundo café irlandés” que además me decía está bueno y ponía una cara que
aún me sonrojo al recordarlo, menos mal que no consentí en que se lo bebiese,
flotaba el requesón agg, que vergüenza
sentí, ahora el alguna vez me lo recuerda en tono jocoso (querías matarme).
Bueno y no sigo porque vais a
pensar que desastre de bloguera, pero he ido aprendiendo y no soy ninguna chef
ni cocinera oficial, solo me gusta intentar hacer cositas ricas para hacer
felices a los que más quiero.
Disfruto con el olor de las especias,
las hierbas, el probar sabores, cosas distintas
y no sé si la cocina es un arte pero para mí es una forma de dar amor a través
de los sabores.
mamarosa
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