domingo, 2 de octubre de 2016

Excursion por Landas y Biarritz

Un pequeño viajecillo improvisado para llevar a mi hija hasta una zona de Las Landas en Francia, fue la excusa perfecta para perdernos mi marido y yo por esos lares.
Después de un viaje a tope de lluvia que me recordó a la película francesa Bienvenido al Norte, o la de 8 apellidos Vascos ( que hizo un guiño a la anterior)  puesto que nada más dejar Pamplona y ver el letrero de Guipuzcoa ,empezaron a caer gotas y luego gotones y más tarde agua a jarros, hasta las Landas que fue parando, eso sí sin ver el sol estuvo nublado y fresquito unos 20ºC.

Recordaba la región de Las Landas de un viaje con amigas y se me quedó las extensiones de pinos altísimos y las playas con dunas.
Y es verdad son playas larguísimas y salvajes y muy propicias para practicar el surf, doy fé de la cantidad de gente joven con tablas.

Playa Landas
Hay muchísimos camping, escondidos entre los árboles frondosos y mucho turismo de todas las nacionalidades, además de españoles.
En esta región de Aquitania, además hay estanques y lagos y estaciones termales en algunas de sus poblaciones.
En el parque natural regional de las Landes de Gascogne, hay un pueblo Marquèze que es un eco- museo, dónde dan vida a las costumbres de antaño de ese lugar. Se va con un tren de vapor que se toma en la estación de Sabres.
Entre las costumbres que se pueden ver en este eco-museo,  están los zancos, que antiguamente usaban los pastores, cuando estas tierras eran planas y llenas de pantanos, se utilizaban para no mojarse los pies y salvar la vegetación y ver el ganado de ovejas a lo lejos.
La corriente de Huchet es típico bajar en galupe (barca tradicional plana) desde el lago de Leon hasta el Oceano.
Postal antigua brevis con zancos
En estas zonas se practican deportes como el stand up paddle.
Al que se apuntó mi hija.


Courant D´Huchet




A la vuelta entramos en Biarrtiz para disfrutar de una jornada por esta ciudad tan bonita.
Pasear por sus calles, y ya se siente el Charme , los palacetes y casonas con su estilo de otros tiempos tan gloriosos para esta ciudad, en la que se daba cita lo mejor de la alta sociedad tanto europea como Rusa.
El Hotel du Palais (fue el palacio de la Emperatiz Eugenia de Montijo).
 Sus playas de arena creo que son seis o siete,  el faro, el port vieux, zona de bares y restaurantes, tiendas por la Rue Gambetta o Mazagran, o du Port Vieux.
Tiendas con encanto como la Maison Arostegui, de quesos como Mille et un Fromage, de ropa para casa, típica linge vasca ( Helena, Lartigue) por cierto esta última tiene la fábrica en Oloron, la visité el verano pasado.
, Perfumes, tiendas de surf, de vinos, y además las tiendas de lujo y alta costura, como Hermes., entre otras muchas.

Tomamos un café después de haber comido unos mejillones con chipirones y patatas frita y el café  en la terraza del paseo con su vaso de agua, como señores de los años veinte, parece que aquí se ha detenido el tiempo.
Port vieux
 Tampoco nos pudimos resistir además de hacer alguna compra capricho, la de entrar en las pastelerias como la del salón de té y pasteleria Miremont o
los macarons y chocolates y demás dulces ricos de Henriet, dónde yo  caí  y compré.
En fin un día muy bueno un poco cambiante hubo sol y se nubló pero muy típico de allí, la temperatura era muy agradable.
Si vais por Biarritz  no dejéis de callejear y mirar, y con más tiempo ir al ver la iglesia de la capilla imperial, el Acuarium con su edificio art decó, el puerto de los pescadores, o la roca de la Virgen.
Cualquiera de las ciudades de la costa vasco-Francesa son muy típicas con el encanto marinero del norte y bonitas, como San Juán de Luz.
Visitar tambien la capital Bayona.
O pueblos cercanos como Arcangues.

Cosa muy curiosa por aquí es la gran aceptación y popularidad de las corridas de toros, al final los Españoles tendremos que venir a Francia a verlas, dado que en nuestro país cada día hay más oposición a ellas.


Pueblo de Espelette.

A la vuelta no quisimos coger la autopista  y como íbamos en plan tranquilo sin prisas, lo hicimos por carretera que además empezó a llover un chirimiri, y con los bosques por los que atravesábamos daban un ambiente muy bucólico, escuchando a Enya .
Salimos de Francia esta vez no por Irún como hicimos a la ida sino  hacia la frontera con  Navarra.
 Por aquí hay unos pueblos de interior muy bonitos que ya os hablé en otra entrada. Como el de los pimientos que se llama Espelette, Sare, Ainhoa..., que también os animo a visitar.
Y vuelta para casa, con la sensación de haber disfrutado de la tranquilidad, del paisaje, y de una inesperada escapada.
En el mapa hay que coger carretera amarilla, se pasa por pueblitos, bosques, hasta la frontera con España por el lado Navarro  hacia Elizondo.

mamarosa

No hay comentarios:

Publicar un comentario