jueves, 20 de junio de 2013

Nuestra querida cabecita loca



Es cosa del tiempo atmosférico o del tiempo que tenemos (edad) o de lo que llevamos encima ...

Nuestra querida cabecita loca

Hoy en el café de los jueves estaban todas las chicas un poco revolucionadas y han empezado a contar anécdotas recientes de cómo están sus cabecitas
María Jesús nos ha contado que el otro día fue a comprar y ella decía “me siento rara”, hasta que se dio cuenta que se había puesto una sandalia de cada color (blanca y marrón).
Marigel se había dejado puestas las llaves en la puerta pero por el lado de afuera (toda la noche) y ella por la mañana volviéndose loca buscando las llaves y diciéndose “pero si entré en casa y abrí con las llaves dónde las habré metido”.
Y a Gloria que últimamente todo lo deja en la nevera  y no sólo los alimentos  y  se vuelve loquita buscando los objetos y luego cuando va sacar algo de la nevera dice “pero que hace esto aquí" eureka  (lo encontré).
Y mi amiga Estrella que no sabía dónde había dejado el móvil  hasta que una persona lo encontró  y llamó para devolverlo.
Y todas por el estilo no sé si este tiempo de locos  tendrá algo que ver con este tema pero que se nos van olvidando cosas no terminamos las frases y un largo etc , pero también puede que sea aparte de por cumplir cada vez más años, creo que es porque todas llevamos demasiadas cosas en estas pequeñas cabecitas , la casa los hijos el trabajo los problemas los padres  la crisis y aunque somos “super womans”  en el fondo no dejamos de ser humanas y todo va pasando factura.
Consejo como me decían a mí en yoga no se puede estar haciendo una cosa y pensando miles de cosas por hacer porque así no estamos controlando lo que hacemos. Si se está escobando hay que estar pensando en que se escoba lo limpio que lo vamos a dejar  ahora este rincón ahora el salón y así la mente se fija en una actividad y descansamos la mente.
Las mujeres estamos cocinando y pensando en lo que vamos a hacer mañana en el problema que te ha contado la amiga en la cena que vamos a hacer en el marido que tal y tal y tal y al final estamos rendidas y embotadas.
Chicas hay que delegar que no somos el ombligo del mundo y que si algo se deja sin hacer no pasa nada y que no nos lo va a hacer  nadie pero que también estaría bien que los demás cooperaran un poco más y así nuestras cabecitas estarían menos estresadas.
mamarosa

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