Viaje por el Perigord y la Dordogne (Francia)
Fue un viaje de dos y casi sin pensarse.
Aprovechamos que mis
hijos estaban de campamento de verano y que por una vez coincidían en las
fechas en sus distintos campamentos, porque generalmente les daban fechas
distintas, así que cuando uno estaba en campamento la otra no y viceversa.
Así que nos fuimos de aventuras por internet vimos unos
albergues que se identifican como una chimenea y dependiendo de los fuegos
tienen mejores servicios que se llaman Logis de France.
Salimos hacia Francia y tomamos la carretera que va a
Toulouse, allí se puede visitar La Cité
de L´espace, parque temático dedicado al
espacio , planetario, reproducciones de un cohete y la estación Mir allí está la fábrica de aviones y se recuerda a
Saint-Exupery muy famoso por su libro “Le petit Prince “. Pero en este
caso pasamos de Toulouse que ya lo conocíamos y subimos hacia Cahors ,
visitamos su estructura medieval y su famoso puente Valentré del siglo XIV
sobre el río Lot.
Visitamos Rocamadour, con sus calles empinadas y sus lugares
de peregrinación , impresionante colgada de las paredes enormes de la garganta
del rio Alzou. Hay siete santuarios que se reúnen en la explanada en torno a la
plaza, Palacio fortaleza.
Cerca de Rocamadour se encuentra La Gouffe de Padirac una
dolina en la que se originó el complejo cárstico de Padirac, son descomunales.
Incluso hay leyendas que dicen que es una de las entradas del infierno.
Proseguimos el camino hasta Sarlat , una ciudad pequeñita
pero la mar de mona, La rue des Consuls
y la place de la Liberté, me encantaron las tienditas que había, con sus
especialidades de la zona (foie, nueces, trufas )y el ambiente que se respiraba
tranquilo y muy bonito.
Otro día fuimos a visitar pueblos de la Dordogna,
Beynac-et.Cazenat, dicen uno de los pueblos más bonitos de Francia con la
silueta del castillo . Castillo de Castelnau que fue baluarte inglés y ahora
tiene un museo de armas de guerra. Domme , ciudad fotificada con el trazado de
las calles muy regular y el de la muralla irregular y la Roque Gageac un pueblo muy acogedor que
esta bajo un acantilado, las casas se amontonan como empujadas por la roca, hay
tiendas de artesanías y cafés, pero lo que más me gustó fue hacer un
minicrucero en una gabarra que son unas barcazas que servían para llevar el
vino desde Bourdeau . Claro que el crucero fue con aguacero incluido porque
justo comienza a navegar y empezó a llover pero a chorros yo creía que tendríamos
que ir achicando agua, aun así fue una experiencia estuvimos con otra pareja italiana
de locos y partidos de risa eso sí nada más llegar a puerto dejo de llover.
Dormimos en Sarlat en un encantador Hotelito con piscina y
un buen restaurante dónde degustamos una amplia cena a base de los productos de
la zona con patés foies de pato y quesos en un carrito además de truchas rellenas con una salsa de
nueces y postres a tope con decir que tuvimos
que salir a pasear antes de dormir para rebajar un poco el hartazgo y hubo hasta danzas y canciones típicas de la zona
con un grupo de abueletes con los trajes regionales.
La verdad es que yo he disfrutado muchísimo viajando con mis
hijos pero reconozco que de vez en cuando está genial perderse con el marido
porque cambias de chip se comentan muchas cosas vamos a nuestro aire y
disfrutamos de todo lo que vemos y los líos en los que nos metemos y luego nos
reímos de nuestras aventurillas además de la intimidad que viene genial disfrutar
de nosotros solos.
Bueno pues que esta zona de Francia es muy bonita los
paisajes de bosques, ríos, y las tiendas para comprar productos (eso de gastar
cuanto nos gusta a las mujeres).
Hay muchos yacimientos
prehistóricos en esta zona cuna según dicen de El Homo Sapiens y el
Hombre de Neandertal concentrados en el valle del Vézère hay una reproducción exacta
de la Gruta de Lascaux abierta al público.
Périgueux es la capital del departamento de Dordogne su
catedral St Front fue en su día una de las mejores del estilo bizantino en
Francia y su encanto de villa medieval, también está la Cité , que es la parte
romana de la ciudad con vestigios del anfiteatro del siglo III d.c.
Bergerac en la plaza principal hay una estatua en homenaje a
Cyrano, el narigudo personaje de ficción de la novela de Edmon Rostand.
En esta zona hay buenos vinos Bordeaux y los propios de cada
pueblecito , y sus mercadillos que ofrecen los productos de los campesinos
y productores de foies y de todo tipo de
fiambres.
A la vuelta de nuestro viajecito fuimos a visitar St
Cirq-Lapopie donde comimos con un ambiente un poco bohemio y donde vivió el poeta
André Breton.
Y a la vuelta nada más llegar a casa ya durmiendo tuve un cólico nefrítico que tuvimos que ir al
hospital, no sé si fue de los kilómetros de coche, de la pasada de turismo
gourmet o del agua buenísima que bebimos, pero no se me va a olvidar nunca.
mamarosa
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