sábado, 31 de enero de 2015

Roma núnca deja de sorprenderte, anécdotas

El otro día viendo la Televisión, estaba Paloma Gómez Borrero, periodista y corresponsal del Vaticano, no sé si sigue o no en activo.
Me gusta mucho cuando la veo por la televisión o la oigo en radio, porque te cuenta muchas cosas, y de un modo muy entrañable y parece que es una amiga de toda la vida.
Y también porque cuenta anécdotas, siempre que comenta algo, tanto de la vida en el Vaticano, o de  los Papas, ella siempre la daba un carácter cercano y muy humano, de andar por casa.
Pues como os decía en el programa, comentó sobre una iglesia que hay en Roma, en la que nadie quiere casarse.
Yo he estado dos veces en Roma y aunque abarques mucho, siempre hay otro tanto que te dejas atrás.
La verdad es que yo no había oído esta anécdota.
Ella comentó que como no pueden cobrar por bodas, puesto que nadie se quiere casar aquí, le tienen que dar al párroco un dinero extra, para compensar este hecho.
Parece ser que el por qué de que ningún romano quiera casarse en esta iglesia, es porque en el tejado encima de la puerta de la iglesia hay una escultura de un ciervo con unas astas enormes.
Así pues ningún romano quiere casarse en un sitio donde haya tales cuernos a la salida de su boda.
Como me quedé con la anécdota, he estado buscando en internet, y efectivamente existe esta iglesia.
El nombre de la misma es Iglesia de Sant Eustachio, y efectivamente se ven fotos que he tomado prestadas de internet para que las veáis.
 No me digáis que no es una anécdota curiosa, pues como a mi me lo pareció es por lo que os lo pongo en mi blog, para que tengáis conocimiento de ella.
Y es que como siempre os digo, cada ciudad, país, cultura, todo tiene interés, cualquier cosa nos va a sorprender, y es lo bonito de conocer,  disfrutar con cualquier pequeñez.
Y además de esta iglesia en la plaza sant Eustachio, se encuentra la cafetería con el mejor café de Roma.
Se llama Cafeteria Sant Eustachio, y presumen de ser el mejor café porque lo tuestan a la leña, artesanalmente, allí mismo. (Este inciso ha sido un plus más de información).
Pero no os he contado la historia del ciervo, aquí va :
Placidus era un general romano que mientras cazaba vio una cruz entre las astas del ciervo que iba a cazar.
Esto le hizo convertirse al cristianismo en el año 118 y tomó el nombre de San Eustaquio, fue martirizado y asesinado por su fé.
Por esto en la iglesia romana que lleva su nombre se puso este ciervo, para contar el hecho de su conversión.

Os ha gustado, pues en cuanto descubra otra anécdota interesante o divertida, no dudaré en contarla en el blog.
Espero haber arrancado una sonrisa a todos los que me leéis.
mamarosa

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