lunes, 13 de mayo de 2013

Generacion sanwich



Generación Sanwich

Hoy he estado con una amiga que han operado a su padre que ya lleva un montón de operaciones  y hemos hablado de un montón de cosas y sobre todo de que nuestros padres ya están ancianos y pienso en la edad que tenemos y el lugar que estamos ocupando en la familia.

Nuestros padres se nos han hecho ancianos, y eso que hasta hace poco no nos lo parecían porque en estos tiempos las personas mayores no son igual que nuestros abuelos, ahora nuestros padres tienen una presencia mejor, van juveniles en la forma de vestir (no como antes todos de luto), van de peluquería, van de viajes tienen vida social, la dentadura perfecta gracias a los implantes, etc. 

Pero la vejez sigue su curso y es ley de vida. Y nosotras las hijas somos como un sanwich entre nuestros padres y nuestros hijos, y todos nos necesitan a la vez de una u otra forma, ¡ah! Y esto sin contar con nuestros maridos.
Igual valemos para un roto que para un descosido. Hay que cuidar de los padres, hay que atender a nuestros hijos y hacerle gracias al marido… y nosotras qué.

Menos mal que nos consolamos con nuestras amigas que vemos en las mismas situaciones y con ellas desdramatizamos con unas risas o con algún comentario jocoso.

 ¿Y cuando los padres no te hacen caso? esa es otra a los niños se les puede coger del brazo y llevarlos aunque sea acuestas al médico, pero si tu padre te dice que él no va, ¿ qué hacemos?

Luchamos siempre contracorriente que pronto ha pasado el tiempo en el que me acurrucaba en los brazos de mi madre y jugaba con mi padre ellos eran mi guía, me cuidaban, me querían, me protegían. Y ahora soy yo la que tengo que cuidarlos y protegerlos y Dios me ayude a hacerlo bien y a darles todo el amor que ellos me han dado a lo largo de la vida.
Si chicas todas las sanwich nos vamos a tener que ayudar mucho entre nosotras porque las épocas que vienen van a ser duras, porque perderemos a nuestros padres y entonces ya no seremos las del medio, si no  las siguientes.

Pero no me quiero poner triste, porque aún tenemos que luchar por nuestros hijos y si Dios quiere por ver crecer a nuestros nietos. Y es ley de vida, la vida sigue. Así que disfrutemos de lo que todavía tenemos, de reírnos con nuestros padres de aguantarles sus “defectos”, y hacerles agradables los años que les queden.
Por todos nuestros queridos padres que nunca los olvidaremos.
mamarosa

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